Mantenimiento tarima exterior: Cuidados para alargar vida útil

Aunque se trata de un pavimento para ser utilizado en exteriores, y que tiene características que lo hacen, además de atractivo, duradero y resistente a las condiciones climáticas, no es menos cierto que necesita un mantenimiento adecuado para poder conservar su aspecto y resistencia durante años. En este artículo te damos los mejores trucos y consejos prácticos para alargar su vida útil y evitar problemas comunes.

¿Por qué es importante mantener la tarima exterior?

La tarima exterior está expuesta al sol, la lluvia, el viento, la humedad y los cambios de temperatura, lo que puede deteriorar su superficie si no se cuida correctamente. Un buen mantenimiento mejora su apariencia y previene grietas, deformaciones y manchas permanentes.

Además, cuidar la tarima regularmente puede evitar gastos mayores a largo plazo. Una simple limpieza periódica y un tratamiento anual pueden marcar la diferencia entre una tarima que dura 5 años y otra que resiste más de una década.

Limpieza básica: lo que debes hacer con frecuencia

El primer paso para mantener tu tarima exterior es realizar una limpieza regular, especialmente en primavera y otoño. Usa una escoba de cerdas duras para eliminar hojas, polvo y suciedad acumulada.

Después, puedes aplicar agua tibia con jabón neutro y frotar suavemente con un cepillo o fregona. Evita productos agresivos o con lejía, ya que pueden dañar la madera o los materiales compuestos. Un enjuague con agua a presión (moderada) ayuda a eliminar residuos sin dañar la superficie.

Protección contra el sol y la humedad

Uno de los enemigos principales de la tarima es la exposición solar directa, que puede desgastar el color natural de la madera. Para protegerla, es recomendable aplicar una capa de aceite protector o lasur una vez al año. Estos productos nutren la madera, repelen el agua y retrasan el envejecimiento.

Si vives en una zona con climas extremos, también es buena idea cubrir la tarima durante el invierno con lonas transpirables, que protegen sin generar humedad.

¿Qué hacer con manchas, moho o musgo?

Las manchas de comida, grasa o bebida deben limpiarse inmediatamente para evitar que penetren en el material. Usa un trapo húmedo con jabón suave o vinagre diluido. En caso de que aparezca moho o musgo, aplica productos específicos antimoho o una mezcla de agua con vinagre blanco.

Si la tarima está hecha de material tecnológico (composite), es aún más importante no utilizar disolventes ni estropajos metálicos, ya que podrían rayarla o perder el color original.

Mantenimiento según el tipo de tarima

  • Tarima de madera natural: necesita tratamientos más frecuentes con aceites protectores, lijado suave cada cierto tiempo y limpieza profunda.
  • Tarima sintética (WPC o composite): requiere menos mantenimiento, pero necesita limpieza periódica y evitar acumulación de residuos orgánicos.
  • Tarima tropical (ipe, teca, etc.): más resistente, pero se recomienda aplicar aceites específicos para mantener el color y evitar el agrisado.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Cada cuánto debo aplicar aceite a la tarima de madera?
Lo ideal es una vez al año, preferiblemente en primavera o antes del verano.

¿Puedo usar una hidrolimpiadora para limpiar la tarima?
Sí, pero a baja presión y manteniendo cierta distancia para no dañar la superficie.

¿Qué pasa si no mantengo la tarima exterior?
Con el tiempo perderá color, se agrietará, absorberá humedad y acortará significativamente su vida útil.

Conclusión: Cuida tu tarima y ganarás años de uso

Un mantenimiento básico pero constante puede hacer que tu tarima exterior luzca como nueva durante muchos años. Con limpieza regular, protección frente al clima y productos adecuados, evitarás problemas comunes y disfrutarás de un suelo bonito, seguro y duradero.

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