El dolor orofacial es una molestia que puede afectar a la mandíbula, la cara, el cuello o la cabeza, y muchas veces está relacionado con problemas en la articulación temporomandibular (ATM) o con el bruxismo. Una de las soluciones más recomendadas por los dentistas es el uso de férulas dentales, también conocidas como férulas de descarga. En este artículo te explicamos qué son, cuándo se recomiendan y cómo pueden aliviar el dolor orofacial de forma eficaz y segura.
¿Qué es una férula dental y cómo actúa?
Si te has preguntado para qué sirve una férula dental, la respuesta es que se trata de un dispositivo rígido o semirrígido que se coloca sobre los dientes, generalmente durante la noche. Su función principal es proteger la dentadura y relajar la musculatura maxilofacial, evitando el desgaste dental y reduciendo la presión que se ejerce sobre la mandíbula.
Además de proteger los dientes del rechinamiento, mejora la alineación de la mandíbula y reduce la tensión muscular, lo que alivia el dolor facial y cervical.
¿Cuándo se recomiendan las férulas dentales?
Las férulas dentales están especialmente indicadas en los siguientes casos:
- Bruxismo: personas que aprietan o rechinan los dientes durante el sueño.
- Dolor en la articulación temporomandibular (ATM): molestias al abrir o cerrar la boca, chasquidos, bloqueos o rigidez mandibular.
- Dolor muscular orofacial: tensión en los músculos de la cara, cuello o cabeza relacionados con el aparato masticatorio.
- Desgaste dental severo: pérdida progresiva del esmalte por fricción.
- Cefaleas de origen muscular o mandibular: dolores de cabeza recurrentes causados por la tensión de los músculos maxilares.
En estos casos, el uso de una férula personalizada puede ser clave para aliviar el dolor, prevenir daños y mejorar la calidad del sueño.
¿Qué tipo de férula es la más adecuada?
No todas las férulas son iguales. Las más recomendadas son las férulas de descarga rígidas, hechas a medida por un dentista, ya que se adaptan perfectamente a la mordida del paciente y permiten una distribución equilibrada de las fuerzas al morder.
Existen también férulas blandas, pero suelen ser menos eficaces y, en algunos casos, pueden incluso agravar los síntomas si no están bien ajustadas.
Evita las férulas genéricas que se venden por internet o en farmacias sin prescripción: pueden causar problemas de oclusión o empeorar el dolor si no están correctamente adaptadas.
¿Cuánto tiempo se deben usar?
La duración del tratamiento con férula depende de la causa del dolor orofacial y de la evolución de cada paciente. Por lo general, se recomienda usarla durante la noche, aunque en casos severos puede indicarse también durante algunas horas del día.
Es importante acudir a revisiones periódicas con el odontólogo, ya que la férula puede requerir ajustes con el tiempo para seguir siendo efectiva.
Conclusión: una solución efectiva para un problema común
El dolor orofacial puede afectar seriamente a tu calidad de vida, pero con un diagnóstico adecuado y el uso de una férula dental bien adaptada, es posible aliviar el malestar y prevenir complicaciones a largo plazo.
Si notas tensión en la mandíbula, dolores de cabeza frecuentes o rechinas los dientes, consulta a tu dentista. Una férula puede ser la solución que necesitas para descansar mejor y vivir sin dolor.